En el British Coffee House de Londres, que fue enviado al Parlamento del Reino Unido en 1838, señalando las seis peticiones del movimiento cartista :
1) Sufragio universal masculino (a los hombres mayores de 21 años, cuerdos y sin antecedentes penales).
2) Voto secreto.
3) Sueldo anual para los diputados que posibilitase a los trabajadores el ejercicio de la política.
4) Elecciones anuales al parlamento que, aunque pudiera generar inestabilidad, evitaría el soborno.
5) La participación de los obreros en el Parlamento mediante la abolición del requisito de propiedad para asistir al mismo.
6) Establecimiento de circunscripciones iguales, que asegurasen la misma representación al mismo número de votantes.
Los defensores del cartismo pensaban que cuando los trabajadores alcanzasen el poder político podrían adecuar las leyes a sus intereses de clase. La duración de este movimiento abarcó una década, entre 1838 y 1848, aunque las reuniones del movimientos continuaron hasta 1852. Se manifestó en tres oleadas: en 1838, 1842 y 1848.
Aunque el cartismo como movimiento no logró sus peticiones, tampoco fue un fracaso. Se trató de una experiencia importante para la clase obrera que a partir de este momento empezaría a exigir mejores condiciones, consciente del destacado rol que ocupaban dentro de la sociedad, y que empezaría a apoyarse en las clases medias, ya que después de esta experiencia se dieron cuenta de que no podrían conseguir las reformas políticas necesarias para democratizar el sistema inglés sin su apoyo. Con el tiempo, cinco de las reivindicaciones cartistas fueron incorporadas a la vida política británica, excepto las elecciones anuales al parlamento.
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